Quince pilares que protegeran el mundo cuando este llegue a su fin.

Cada uno cumple con un destino. Una tarea con la cual deberan lidiar les guste o no.
Algunos deberan sacrificarse y dejar lo que mas quieren atras... Por el bien del mundo.

domingo, 11 de julio de 2010

Onix Warlock


Nombre: Kefka Wolfgang

Edad: 24 años

Nacionalidad: Gran parte de su vida se la paso viajando con un grupo de gitanos, ni él sabe.

Aspecto Fisico: Creo que me enamore de este look de chico malo(como quien dice, que siempre nos gustan los chicos malos XDDD)

Caracter: Relajado, casi "nunca" se mete en problemas, siempre hay algo que hace que la gente le mire una sola vez y piensen mal de él(tal vez su cabello XDD). Pero en este chico malo, hay un lado bastante bondadoso(cuando nadie le mira) y es muy grosero cuando alguien quiere saber sobre su vida. Le encanta destruir cosas con su Inocencia, en especial Akumasy asustar a las mascotas, ya que es lo unico que le permite la Orden.

Historia: Hace algun tiempo nacio un niño que tenia ojos rojos y las puntas del cabello del mismo color, aunque sus padres eran güeros de nacimiento, el "padre" del niño nunca le acepto como su hijo y decidio abandonarles a ambos. Con la perdida de su esposo, su madre decide que ella no podria sacar adelante a la criatura, por lo que le deja envuenlto en finas sabanas blancas cerca de un campamento gitano.

Estas personas le adoptan y le llevan consigo en sus viajes, el niño al que ellos llamaron Kefka, en honor a uno de los mas grandes gitanos de dicho grupo. Kefka crece viajando de lugar en lugar, aprendiendo a sobrevivir y a como negociar con las personas.

En su cumpleaños numero 14(Siendo el dia que le encontraron), sus padres adoptivos le entregan a Kaefka un par de guanteletes completamente hechos de titanio que cubrian perfectamente sus brazos, pero dejaban sus dedos decubiertos. Sus padres no sabian de que estaban hechos, esto se descubrio cuando Kefka llego a la Orden. Sus padres aseguraban que esos guanteletes ayudaron al primer kefka a salvar a su gente, pero que por mas que intentaban saber como hacerlos funcionar, nada mas no lograban nada. Con la esperanza en el corazon, creian ampliamente que su hijo adoptivo podria encontrar el modo de usarlos.

Desde entonces Kefka nunca se quitaba los guanteletes, se separaba del gurpo para descubrir sus secretos. Fue en una noche de agosto cuando el grupo de gitanos se detuvo a descansar cerca de un lago, que un horrible akuma aparecio con la intencio de matarles. Pero en su camino se topo con Kefka que persivia un ligero olor a salngre en el akuma. Presintiendo el peligro, el chico corre con la intencion de avisar a los demas, pero tropieza con una gran piedra, esto le enfurece y con su guantelete izquierdo toca la piedra y una parte de esta se pulveriza en poco tiempo. Kefka piensa que eso era a lo que se referian sus padres, entonces decide comprobar su teoria, pero esta vez en el akuma.

El chico con su agilidad, da un salto sobre la cabeza del akuma y hace lo que hizo con la piedra. El akuma cayo en el suelo sin rostro obviamente. Kefka parecia comprender como funcionaba el guantelete izquierdo... No paso mucho tiempo en descubrir como emplear los guanteletes. Habia descubierto dos cosas, primero que la capacidad del guantelete izquierdo para convertir las cosas en ceniza y la segunda que poseian una gran fuerza, ya que como no conseguia pensar en nada bueno, golpeaba los arboles cercanos, dejando tremendos golpes en el ellos.

La Orden llego al campamento gitano cuando Kefka tenia 19 años. Sus padres le permiteron ir con los exorcistas asignados a reclutarlo, aunque el no queria ir en un principio, se dio cuanta de que tarde o temprano tendria que dejarles. Asi fue como Kefka llego a la Orden y aprendio a usar efectivamente su Incencia: Los Kaiser Knuckles.

Tambien fue en la Orden que descurbieron algo para mantenerlo tranuquilo, Reveer le obsequio un trompeta plateada para que se estuviera quieto y vaya que funciono, en pocos meses le domino y con esto surgio un nuevo porblema: Que ahora no le podian callar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario