"Tila" que es la semilla de sésamo o ajonjolí con la conocemos en mexico y "ttama" de gran calidad.
Edad: 25 Años
Nacionalidad: Hindu.
Exorcista: Experimentada
Aspecto Fisico: Una mujer de la India con una tremenda belleza, piel morena clara con unos sorprendentes ojos de color verde. Su cabello crece solo hasta la mitad de su espalda, castaño obscuro, no negro, el cual siempre lleva amarrado en una sola trenza.
Tiene una estatura de mas o menos unos 160 centímetros. Cuerpo en forma, es flexible y no muy fuerte fisicamente aunque posee un buen par de pulmones que le ayudan a relazar trabajos longevos como correr, caminar, etc.

Uniforme: Un sari de finas telas en color negro con bordes y algunos detalles blancos, el cual consta de tres piezas separadas para cuando es necesario entrar en combate. Un par de aretes Indus y una cadena de plata con multiples figuras en el mismo material alrededor de su cintura.
Imagen: Solo la vestimenta y en colores negro y plateados:

Caracter: Siempre se preocupa por los demas. Es inquieta ante las todas las cosas nuevas como el amor, los flirteos y otras costumbres ajenas a las suyas. Estar a un lado de ella es relajado y uno podria confiarle sus secretos. Es callada y nunca habla sobre el poder de las especias tan deliberadamete, pues esta prohibido que explique su magia.
Siempre que puede intentara ayudar a las personas, tiene un enorme sentido de la ayuda y aunque deba escapar de un lugar, si dentro hay personas que necesitan auxilio, ella permanecera ahi para hacer todo lo posible.
Muy complaciente con sus especias, las adora, hace lo que estas le canten y no permitirá que nadie hable mal de ellas ni se exprese de forma negativa.
Conocimientos: Conoce con exactitud todas las carateristicas de las especias del mundo, sus origenes, sabores, aromas y colores, inclusive sabe el poder magico de cada una de ellas, de ahi que las especias interactuan con ella en forma de melodias que nadie salvo Tilo u otra Dama pueden escuchar. Crecio con ellas gran parte de su vida.
Conoce muy a fondo las tradiciones de su tierra.
Lamentablemente no suele entender mucho del lenguaje moderno o actual(dobles sentidos, indirectas ironias y algunas otras cosas que juegen con las palabras. Tambien desconoce cuando alguien la intenta "ligar" solo que para entonces las especias castigarian de una forma u otra al que se considere como una amenaza para Tilo.
Como uno de sus rasgos mas importantes es que tiene un amplio saber sobre medicina, el cual aplica en la forma de la vieja escuela que consiste en herbolaria y en ocasiones muy importantes recurre a la magia de sus especias.
Habilidades: Muy mala en el combate cuerpo a cuerpo, pero lo compensa con su increible habilidad para la superviviencia y sigilo.
Muchas veces algunos animales se le acercaran como amistades
Datos Extras: Siempre huele a canela molida combinada de manera dulce con coco rayado y a veces cuando se le presta atencion a la escencia se puede distiguir un ligero toque de limon.
Este perfume calma el caracter de las personas que le rodean(obviamente un poco, no totalemente) y al seguir respirando el aroma, relaja el cuerpo.
Gustos: Las especias, todas en general no hay ninguna que no le agrade. La gente sonriente y alegre, la buena musica y ayudar a quien sea con el poder de sus especias cuando es necesario.
Disgustos: Las reglas, las cosas malas y que la gente vaya por un mal camino. No poder usar las especias para su propio beneficio.
Historia:
"Soy una Dama de las Especias."
A las especias les entregue mi total devoción. Ellas me obedecen, desde el azafrán hasta la curcuma se inclinan a mi comando. No crees mis palabras??
Entonces prueba esto: Una vaina de vainilla hervida en leche de cabra con una pizca de cardamomo en polvo, ahuyentara los malos pensamientos y te dara suerte en tu trabajo. O que te parece dibujar una media luna con comino negro molido debajo de la cama de tu recién nacido para protegerle del mal de ojo.
Te parecera fuera de este mundo, raro e inclusive de locos. Pero el poder de las especias es real, tanto como el agua de frutas que bebes por cuando comes, tan dulce y nutritivo al comer un caramelo entre comidas para calmar tu hambre.
Aunque no lo creas el arte de las especias esta limitado a solo unas cuantas mujeres como yo, elegidas desde nuestro nacimiento si que lo supieramos.
No siempre fui una dama, antes tuve otros nombres antes de tener el que ahora me identifica.
Hija de una madre que viajaba por el mundo en busca de algo de extrema importancia.
Mis padres me revelaron que ellos no fueron quienes me concibieron. Ellos me contaron acerca de una mujer que viajaba sin parar. Su viaje eterno la llevo hasta la tierra de Bhārat Gaṇarājya, India.
Esa mujer estaba embarazada cuando llego, la gente se conmocionaba por la apariencia y la ropa tan extraña que portaba, sin embargo, le acogiero como a uno de ellos. Estaba en el ultimo periodo de su embarazo y ya no tenia mas energia, debian salvar al bebe.
Asi naci yo, que era el producto de un amor perdido. Mi madre biologica, como ahora lleva el termino, tuvo una relacion con un hombre que desaparecio de su mundo, dejandola sola. Ella busco por el mundo a mi padre encontrando informacion de su paredero en la India, su lugar natal.
Ya la mujer estaba muy debil como para decir muchas palabras, me dejo salir de su cuerpo con cuidado y solo me dejaron alli a su lado. Mis padres adoptivos me cuentan que ella lloraba lagrimas de amor por mi, con su ultimo aliento me dio un nombre: "Mi pequeña... " Me cuentan que dijo "Te amo... quiero que recuerdes tu nombre Reis..." Se detuvo antes de terminar mi primer nombre, ya habia muerto debido a la perdida de sangre.
"Reis..." mi primer nombre significa Rey... en otra lengua..
No puedo decir que la quise, acababa de nacer, pero le agradesco haberme tenido.
La mujer encargada de mi nacimiento me tomo en sus brazos y al cuerpo de la mujer que me dio a luz se le dio un entierro digno y recordando su memoria le prometio que se haria cargo de mi para toda su vida, pero no podia llevar el nombre que mi difunta madre biologica me dio... para ellos a partir de ese momento me llame Nayan Tara, que significa "estrella de la mirada". Ella y su esposo siempre fueron buenos conmigo, pero podia sentir que muy dentro de ellos, me desconocian, no era parecida a ellos, lo sospeche cuando comence a hacer uso de razon, mis ojos verdes no eran como los suyos.
Ellos me contaron lo sucedido y como termine a su cuidado, les agradesco mis padres adoptivos por todo el poco cariño que me dieron, en verdad.
El pueblo me adoraba, pues creci con un don peculiar, tenia la habilidad de ver un poco del futuro atribuyendolo tal vez al otro significado de mi nombre... Nayan Tara "La que ve el destino". Pude predecir con exito cuando el rio estaba por desbordarse y darle aviso a aquella familia antes de que comenzaran a navegar. Tambien supe donde se encontraba un tesoro debajo de la casa de un familiar de mis padres y di aviso a algunos comerciantes de mi pueblo cuando seria la mejor epoca para viajar sin peligro y sin robos.
Mi fama crecio por la tierra y atrajo muchas riquezas que nunca antes habia visto como el oro, la plata. Algunos eran de tierras lejanas y parecian cosas sacadas de otro mundo.
Por mi codicia olvide el tercer significado de mi nombre... que era "flor que crece junto al camino polvoriento". Pero mi suerte cambio pues algunos de los comerciantes a los que ayude informaron a un grupo de bandidos de mi existencia y de mi don, dandole poco tiempo a mi nombre.
Mi pueblo fue invadido a la mitad de la noche por hombres con la piel igual a la corteza de un abedul, comenzaron una matanza en general para forzar mi ubicacion de la boca de alguno de mis amigos. Llegaron a mi casa, forcejearon con mi padre, pero este cayo ante el corte de una espada. Mi madre me saco de la casa, escuche como mis hermanos y hermanas gritaban con dolor ante la perdida de nuestro figura paterna. Mi protectora me dijo "Huye!! no dejes que te atrapen" y me dio dos bofetadas en las mejillas para que tuviera valor.
A mi pueblo y a mis padres.... Ustedes quienes me cuidaron todo este tiempo sin recibir nada a cambio. Mi egoismo y presunción trajo esta tragedia a mi tierra... les pido perdon por haber querido fama en lugar de amor.
Corri tan rapido como mis piernas me lo permitieron hasta que cai rendida. Crei que habia logrado llegar muy lejos pero solo me encontre con las mismas personas que habian invadido mi hogar. Me tomaron del cabello con tanta fuerza que me obligaron a levantarme, mis pies pedian clemencia. Los hombres se reian y gritaban con alegria su triunfo. Ninguno de ellos se sintio mal por la desgracia que habian traido. Les grite, les culpe de todo lo ocurrido pero el lider de ese grupo me tomo en sus brazos con fuerza y me dijo al oido "Tu eres quien les mato, no fuimos nosotros"
Me dolia el cuerpo, la mente e incluso mi corazon por lo que ahora hacia. Guiaba a los bandidos hacia los mejores y mas bellos tesoros de la region, me convirtieron en su reina y me dieron un nuevo nombre, Bhagiavati "portadora de la Fortuna".
A la mitad de la noche, siempre escuchaba una voz llamandome desde lo lejos, salia de mi dormitorio y buscaba desesperada alguna señal de aquello que me buscaba, al no haber nada regresaba rendida y llorando de mi pena.
Nuevamente la mala fortuna me golpeo. El mar castigo a los bandidos y a mi inclusive, destruyendo nuestro transporte me deje llevar por las mareas sin poner ninguna resistencia, muy dentro de mi agradeci que aquello que causo esto que me tomara y me llevara lejos de una buena vez.
Las olas me arrastraron hasta una isla con un volcan en el centro, aun inconciente recuerdo que podia escuchar los latidos de ese antiguo ser, dormido y esperando el momento para dejar escapar su ira. No me podia mover, ya habia abierto mis ojos para entonces, solo pude percibir varias voces a mi alrededor que me llevaban entre risas y miedo, me dejaron caer nuevamente y levante mi cabeza poco a poco, alli estaba frente a mi una mujer anciana cubierta con telas blancasy grandes arrugas en su rostro, a su lado habia muchisimas niñas no mas grandes que yo vistiendo la misma ropa blanca.
La mujer me levanto de la arena y me abrazo "Yo soy la Primera Madre" dijo con su voz cansada y vieja.
"Que es esto?" pregunte llena de ignorancia sobre mi estado
"Aqui es donde las futuras Damas de las Especias entrenan" explico tomando mis manos con las suyas "Pero no puedo aceptarte" me dijo con furia después de sentir el tacto de mis manos
"Por que??" le cuestione molesta, no podía creer que casi muero ahogada para ser rechazada.
"Tus manos son como un volcán... solo esperan el tiempo para destruirte" rezo dejando caer mis manos
"Por favor..." Suplique, pues si no era aceptada tendría que volver al mar
Estaba en verdad haciendo eso... suplicar??
Cuando yo tuve tantas cosas materiales...
La vieja anciana suspiro y tomo mis manos nuevamente, podía ahora yo ver en sus ojos un destello de algo que casi nunca conoci pero que conocia muy bien... amor.
"Esta bien, te dejare quedarte y aprenderás de las especias" me dijo dandome un gran abrazo, el primero de muchos mas.
"Por que me acepto...?" le pregunte, no quería estar ahi por lastima, cuando en el pasado siempre fui adorada.
"Has sido la unica a la que las especias han pedido que tengas una segunda oportunidad"
Bese la mejilla de la anciana y me indico que las demas niñas del lugar se convertirian en mis hermanas, hijas de las especias y ella, la Primera Madre estaria para guiarnos sobre los origenes, aromas, colores y magia de cada una de ellas. Asi comence mi entrenamiento como una Dama... hasta que apareció alguien en la Isla.
Habian pasado casi 7 años cuando una extraña mujer llego a la isla. La Primera Madre nos había ordenado antes que nos refugiáramos lejos entre los arboles de eucalipto, no debíamos tener miedo, pues esos arboles estaban custodiados por el poder de las guindillas rojas, especia hermana del peligro y del fuego de Sampati. Pero mi curiosidad y mi buena fama entre las hermanas me llevo a no hacer caso a las palabras de mi Primera Madre, corrí hasta el lugar donde la anciana estaba sentada frente a esa mujer de cabello dorado como el polvo del árbol de sándalo.
No es nuevo para nadie que rompa las reglas y no haga lo que me dicen.
Me escondi muy bien entre unos arbustos a orillas de la arena de la isla, observaba como la extranjera hablaba con calma con la anciana. Ella discutía sobre algo que sucedía fuera de la isla y que era necesario llevarse a una de sus hijas para que les ayudara a combatir dicho mal.
Pero la Primera Madre era igual de testaruda como yo y se negaba rotundamente a dejar que una de sus aprendices dejara las enseñanzas de las especias. Negando con la cabeza y con las palabras giro para encontrar mi escondite sin problemas.
la mujer me observo y me sonrío, era tan hermosa pero solo podía ver un fragmento de su rostro, la anciana me llamo para acercarme y me coloco detrás suyo, no antes de darme varios bofetones como castigo por desobedecer sus ordenes.
Para entonces las manos de la anciana ya estaban lo bastante grabadas en mi.
"Es ella" Dijo la mujer señalandome "Tiene que venir conmigo"
"Esta niña no ha concluido su entrenamiento y ciertamente es la mas hábil, pero no la mas inteligente" Contesto la Primera Madre.
Sentía que sus palabra tambien me castigaban por desobedecer.
"Cuantos años tienes?" me pregunto la mujer sin moverse de su lugar, de pie en la arena con vos curiosa y amable a la vez.
"15..." me vi obligada a responder ante la perforante mirada de la anciana.
"crei que eras mayor..." suspiro la mujer retrocediendo "Tiene razón, no puedo llevármela ahora, el destino dirá si nos acompañara en esta lucha.
Despues de sus palabras, la mujer regreso fuera de la isla, nunca supe como lo hizo, yo inquieta con sus palabras las olvide a los pocos dias, pues jugar con mis adoradas especias me agotaba hasta no poder mas.
Nueve años mas en la isla y perfeccione junto a mis hermanas el arte de las Especias. Era hora de marcharse hacia un lugar nuevo y comenzar a ayudar a la gente que acudiera a nosotras. Era de noche con las estrellas iluminando gran parte de la isla con su luz, todas estabamos reunidas, sentadas en la arena respirando el salado aire del mar. Frente a nosotras estaba la Primera Madre sentada a un lado de una hermosa hoguera que iluminaba perfectamente el lugar.
"El momento de partir ha llegado Damas. Todas ustedes crecieron juntas como hermanas y tendrán que separarse nuevamente para cumplir con su deber" Nos dijo mientras arrojaba un poco de páprika en el fuego "Londres, Sidney, San Francisco... Todos estos lugares necesitan de ustedes"
Una por una, mis hermanas fueron enviadas al lugar donde mejor serian de ayuda. Caminaban a travez del fuego, no note en ellas alguna expresion de dolor o quemarse siquiera, las veia partir alegre de poder cumplir con su misión.
"Ha llegado tu turno..." me miro la anciana "Las especias te darán tu nuevo nombre, con el cual todos a donde vayas te conoceran" explico pidiéndome que me acercara a ella.
Pilares del mismo material que toque se alzaban sosteniendo el techo. Mire con asombro el lugar y a los lejos una luz observe, me acerque y alli estaba una persona, parecia estar esperandome.
"Hola" me saludo acercándose un poco mas
"... quien es?" pregunte y guarde mi distancia y permaneciendo seria
"General Klaud Nine, el placer es mio..." se quedo pensativa, no sabia mi nombre al parecer
"Tilottama por favor" le dije al recordarla de su visita a la isla.
"Tilo..." sonrío "Interesante nombre"
Inocencia Tipo: Equipo
Nombre de la Inocencia: Spice's Gift.
A las especias les entregue mi total devoción. Ellas me obedecen, desde el azafrán hasta la curcuma se inclinan a mi comando. No crees mis palabras??
Entonces prueba esto: Una vaina de vainilla hervida en leche de cabra con una pizca de cardamomo en polvo, ahuyentara los malos pensamientos y te dara suerte en tu trabajo. O que te parece dibujar una media luna con comino negro molido debajo de la cama de tu recién nacido para protegerle del mal de ojo.
Te parecera fuera de este mundo, raro e inclusive de locos. Pero el poder de las especias es real, tanto como el agua de frutas que bebes por cuando comes, tan dulce y nutritivo al comer un caramelo entre comidas para calmar tu hambre.
Aunque no lo creas el arte de las especias esta limitado a solo unas cuantas mujeres como yo, elegidas desde nuestro nacimiento si que lo supieramos.
No siempre fui una dama, antes tuve otros nombres antes de tener el que ahora me identifica.
Hija de una madre que viajaba por el mundo en busca de algo de extrema importancia.
Mis padres me revelaron que ellos no fueron quienes me concibieron. Ellos me contaron acerca de una mujer que viajaba sin parar. Su viaje eterno la llevo hasta la tierra de Bhārat Gaṇarājya, India.
Esa mujer estaba embarazada cuando llego, la gente se conmocionaba por la apariencia y la ropa tan extraña que portaba, sin embargo, le acogiero como a uno de ellos. Estaba en el ultimo periodo de su embarazo y ya no tenia mas energia, debian salvar al bebe.
Asi naci yo, que era el producto de un amor perdido. Mi madre biologica, como ahora lleva el termino, tuvo una relacion con un hombre que desaparecio de su mundo, dejandola sola. Ella busco por el mundo a mi padre encontrando informacion de su paredero en la India, su lugar natal.
Ya la mujer estaba muy debil como para decir muchas palabras, me dejo salir de su cuerpo con cuidado y solo me dejaron alli a su lado. Mis padres adoptivos me cuentan que ella lloraba lagrimas de amor por mi, con su ultimo aliento me dio un nombre: "Mi pequeña... " Me cuentan que dijo "Te amo... quiero que recuerdes tu nombre Reis..." Se detuvo antes de terminar mi primer nombre, ya habia muerto debido a la perdida de sangre.
"Reis..." mi primer nombre significa Rey... en otra lengua..
No puedo decir que la quise, acababa de nacer, pero le agradesco haberme tenido.
La mujer encargada de mi nacimiento me tomo en sus brazos y al cuerpo de la mujer que me dio a luz se le dio un entierro digno y recordando su memoria le prometio que se haria cargo de mi para toda su vida, pero no podia llevar el nombre que mi difunta madre biologica me dio... para ellos a partir de ese momento me llame Nayan Tara, que significa "estrella de la mirada". Ella y su esposo siempre fueron buenos conmigo, pero podia sentir que muy dentro de ellos, me desconocian, no era parecida a ellos, lo sospeche cuando comence a hacer uso de razon, mis ojos verdes no eran como los suyos.
Ellos me contaron lo sucedido y como termine a su cuidado, les agradesco mis padres adoptivos por todo el poco cariño que me dieron, en verdad.
El pueblo me adoraba, pues creci con un don peculiar, tenia la habilidad de ver un poco del futuro atribuyendolo tal vez al otro significado de mi nombre... Nayan Tara "La que ve el destino". Pude predecir con exito cuando el rio estaba por desbordarse y darle aviso a aquella familia antes de que comenzaran a navegar. Tambien supe donde se encontraba un tesoro debajo de la casa de un familiar de mis padres y di aviso a algunos comerciantes de mi pueblo cuando seria la mejor epoca para viajar sin peligro y sin robos.
Mi fama crecio por la tierra y atrajo muchas riquezas que nunca antes habia visto como el oro, la plata. Algunos eran de tierras lejanas y parecian cosas sacadas de otro mundo.
Por mi codicia olvide el tercer significado de mi nombre... que era "flor que crece junto al camino polvoriento". Pero mi suerte cambio pues algunos de los comerciantes a los que ayude informaron a un grupo de bandidos de mi existencia y de mi don, dandole poco tiempo a mi nombre.
Mi pueblo fue invadido a la mitad de la noche por hombres con la piel igual a la corteza de un abedul, comenzaron una matanza en general para forzar mi ubicacion de la boca de alguno de mis amigos. Llegaron a mi casa, forcejearon con mi padre, pero este cayo ante el corte de una espada. Mi madre me saco de la casa, escuche como mis hermanos y hermanas gritaban con dolor ante la perdida de nuestro figura paterna. Mi protectora me dijo "Huye!! no dejes que te atrapen" y me dio dos bofetadas en las mejillas para que tuviera valor.
A mi pueblo y a mis padres.... Ustedes quienes me cuidaron todo este tiempo sin recibir nada a cambio. Mi egoismo y presunción trajo esta tragedia a mi tierra... les pido perdon por haber querido fama en lugar de amor.
Corri tan rapido como mis piernas me lo permitieron hasta que cai rendida. Crei que habia logrado llegar muy lejos pero solo me encontre con las mismas personas que habian invadido mi hogar. Me tomaron del cabello con tanta fuerza que me obligaron a levantarme, mis pies pedian clemencia. Los hombres se reian y gritaban con alegria su triunfo. Ninguno de ellos se sintio mal por la desgracia que habian traido. Les grite, les culpe de todo lo ocurrido pero el lider de ese grupo me tomo en sus brazos con fuerza y me dijo al oido "Tu eres quien les mato, no fuimos nosotros"
Me dolia el cuerpo, la mente e incluso mi corazon por lo que ahora hacia. Guiaba a los bandidos hacia los mejores y mas bellos tesoros de la region, me convirtieron en su reina y me dieron un nuevo nombre, Bhagiavati "portadora de la Fortuna".
A la mitad de la noche, siempre escuchaba una voz llamandome desde lo lejos, salia de mi dormitorio y buscaba desesperada alguna señal de aquello que me buscaba, al no haber nada regresaba rendida y llorando de mi pena.
Nuevamente la mala fortuna me golpeo. El mar castigo a los bandidos y a mi inclusive, destruyendo nuestro transporte me deje llevar por las mareas sin poner ninguna resistencia, muy dentro de mi agradeci que aquello que causo esto que me tomara y me llevara lejos de una buena vez.
Las olas me arrastraron hasta una isla con un volcan en el centro, aun inconciente recuerdo que podia escuchar los latidos de ese antiguo ser, dormido y esperando el momento para dejar escapar su ira. No me podia mover, ya habia abierto mis ojos para entonces, solo pude percibir varias voces a mi alrededor que me llevaban entre risas y miedo, me dejaron caer nuevamente y levante mi cabeza poco a poco, alli estaba frente a mi una mujer anciana cubierta con telas blancasy grandes arrugas en su rostro, a su lado habia muchisimas niñas no mas grandes que yo vistiendo la misma ropa blanca.
La mujer me levanto de la arena y me abrazo "Yo soy la Primera Madre" dijo con su voz cansada y vieja.
"Que es esto?" pregunte llena de ignorancia sobre mi estado
"Aqui es donde las futuras Damas de las Especias entrenan" explico tomando mis manos con las suyas "Pero no puedo aceptarte" me dijo con furia después de sentir el tacto de mis manos
"Por que??" le cuestione molesta, no podía creer que casi muero ahogada para ser rechazada.
"Tus manos son como un volcán... solo esperan el tiempo para destruirte" rezo dejando caer mis manos
"Por favor..." Suplique, pues si no era aceptada tendría que volver al mar
Estaba en verdad haciendo eso... suplicar??
Cuando yo tuve tantas cosas materiales...
La vieja anciana suspiro y tomo mis manos nuevamente, podía ahora yo ver en sus ojos un destello de algo que casi nunca conoci pero que conocia muy bien... amor.
"Esta bien, te dejare quedarte y aprenderás de las especias" me dijo dandome un gran abrazo, el primero de muchos mas.
"Por que me acepto...?" le pregunte, no quería estar ahi por lastima, cuando en el pasado siempre fui adorada.
"Has sido la unica a la que las especias han pedido que tengas una segunda oportunidad"
Bese la mejilla de la anciana y me indico que las demas niñas del lugar se convertirian en mis hermanas, hijas de las especias y ella, la Primera Madre estaria para guiarnos sobre los origenes, aromas, colores y magia de cada una de ellas. Asi comence mi entrenamiento como una Dama... hasta que apareció alguien en la Isla.
Habian pasado casi 7 años cuando una extraña mujer llego a la isla. La Primera Madre nos había ordenado antes que nos refugiáramos lejos entre los arboles de eucalipto, no debíamos tener miedo, pues esos arboles estaban custodiados por el poder de las guindillas rojas, especia hermana del peligro y del fuego de Sampati. Pero mi curiosidad y mi buena fama entre las hermanas me llevo a no hacer caso a las palabras de mi Primera Madre, corrí hasta el lugar donde la anciana estaba sentada frente a esa mujer de cabello dorado como el polvo del árbol de sándalo.
No es nuevo para nadie que rompa las reglas y no haga lo que me dicen.
Me escondi muy bien entre unos arbustos a orillas de la arena de la isla, observaba como la extranjera hablaba con calma con la anciana. Ella discutía sobre algo que sucedía fuera de la isla y que era necesario llevarse a una de sus hijas para que les ayudara a combatir dicho mal.
Pero la Primera Madre era igual de testaruda como yo y se negaba rotundamente a dejar que una de sus aprendices dejara las enseñanzas de las especias. Negando con la cabeza y con las palabras giro para encontrar mi escondite sin problemas.
la mujer me observo y me sonrío, era tan hermosa pero solo podía ver un fragmento de su rostro, la anciana me llamo para acercarme y me coloco detrás suyo, no antes de darme varios bofetones como castigo por desobedecer sus ordenes.
Para entonces las manos de la anciana ya estaban lo bastante grabadas en mi.
"Es ella" Dijo la mujer señalandome "Tiene que venir conmigo"
"Esta niña no ha concluido su entrenamiento y ciertamente es la mas hábil, pero no la mas inteligente" Contesto la Primera Madre.
Sentía que sus palabra tambien me castigaban por desobedecer.
"Cuantos años tienes?" me pregunto la mujer sin moverse de su lugar, de pie en la arena con vos curiosa y amable a la vez.
"15..." me vi obligada a responder ante la perforante mirada de la anciana.
"crei que eras mayor..." suspiro la mujer retrocediendo "Tiene razón, no puedo llevármela ahora, el destino dirá si nos acompañara en esta lucha.
Despues de sus palabras, la mujer regreso fuera de la isla, nunca supe como lo hizo, yo inquieta con sus palabras las olvide a los pocos dias, pues jugar con mis adoradas especias me agotaba hasta no poder mas.
Nueve años mas en la isla y perfeccione junto a mis hermanas el arte de las Especias. Era hora de marcharse hacia un lugar nuevo y comenzar a ayudar a la gente que acudiera a nosotras. Era de noche con las estrellas iluminando gran parte de la isla con su luz, todas estabamos reunidas, sentadas en la arena respirando el salado aire del mar. Frente a nosotras estaba la Primera Madre sentada a un lado de una hermosa hoguera que iluminaba perfectamente el lugar.
"El momento de partir ha llegado Damas. Todas ustedes crecieron juntas como hermanas y tendrán que separarse nuevamente para cumplir con su deber" Nos dijo mientras arrojaba un poco de páprika en el fuego "Londres, Sidney, San Francisco... Todos estos lugares necesitan de ustedes"
Una por una, mis hermanas fueron enviadas al lugar donde mejor serian de ayuda. Caminaban a travez del fuego, no note en ellas alguna expresion de dolor o quemarse siquiera, las veia partir alegre de poder cumplir con su misión.
"Ha llegado tu turno..." me miro la anciana "Las especias te darán tu nuevo nombre, con el cual todos a donde vayas te conoceran" explico pidiéndome que me acercara a ella.
-Yo me llamaré Tilo, Madre.
¿Tilo?
El disgusto resonó en su voz y las otras novicias alzaron la vista,
temerosas.
-Sí- contesté. Y aunque también estaba asustada, procuré que mi voz
no me traicionase -Tilo, de Tilottama.
Ay, qué ingenua era yo al creer que podría ocultar mis sentimientos a la Anciana; a ella, que me había enseñado a escrutar el corazón de los demás.
-Desde que llegaste no has creado más que problemas, transgresora.
Debería haberte echado en cuanto te vi.
Todavía hoy me asombra que aquel día la Primera Madre no se enfadara aún más. ¿Vería reflejada en mi obstinación su propia juventud?
La brisa hacía susurrar las raíces que cuelgan como pelambrera de los banianos. ¿O sería ella que suspiraba?
-¿Sabes qué significa ese nombre?
Es la pregunta que esperaba. Sé bien la respuesta.
Sí, Primera Madre. El til es la semilla del sésamo, bajo el dominio del planeta Venus, tostada hasta que adquiere un tono dorado, como si acabara de rozarla la llama. Su flor es tan pequeña, perfecta y puntiaguda que las madres rezan para que la nariz de sus hijas sea igual. Se muele y, mezclada con sándalo, se hace con ella una pasta que sirve para curar las enfermedades del corazón y el hígado. Frita en su propio aceite restaura el ánimo cuando uno ha perdido las
ganas de vivir. Seré Tilottama, esencia de til, dadora de vida, restauradora de la salud y la esperanza.
Su risa suena como hojas secas que crujen bajo los pies.
-Seguridad no te falta, desde luego. Has tomado el nombre de la apsara más bella de la corte de Indra, dios de la lluvia. Tilottama, la bailarina más elegante, joya suprema entre las mujeres. ¿O es que no lo sabías?
Bajé la cabeza. Por un instante vuelvo a ser la jovencita ignorante del día en que llegué a la isla, empapada, desnuda, tambaleante sobre la arena resbaladiza.
Ella tiene el poder de avergonzarme siempre de este modo. La odiaría por esto si no la amara tanto, ella que fue verdaderamente mi primera madre cuando yo había renunciado ya a toda esperanza de protección materna.
Las yemas de sus dedos ligeras como brisa en mi pelo.
-Ay, niña, lo deseas con todo tu corazón, ¿verdad? Pero recuerda: cuando Brahma nombró a Tilottama bailarina suprema de la corte de Indra, le advirtió que nunca entregara su amor a un hombre, sólo a la danza.
-
Sí, Madre. —Río satisfecha, contenta de haber ganado la batalla, apretando los labios en las palmas de la Anciana, delgadas como papel—. ¿No conozco las normas? ¿No he hecho los votos?
Y entonces me escribe el nombre en la frente. Mi nombre de maestra, al fin y para siempre, después de que aquella que soy haya sufrido tantos cambios. Mi verdadero nombre, que nunca he de decir a nadie más que a las hermanas. Su dedo es frío y suave como óleo al moverse. El aire se carga de la fragancia pura e intensa de las semillas de til.
-Recuerda también esto: Tilottama, desobediente al final, pecó. Y fue expulsada a la tierra y condenada a vivir como mortal durante siete vidas. Siete vidas de enfermedad y vejez, en que la gente se apartaría con repugnancia de sus miembros retorcidos y leprosos.
-Pero yo no pecaré, Madre.
Ni el más leve temblor en mi voz. Mi corazón está lleno de pasión por las especias y mis oídos de la música de nuestra danza conjunta. Mi sangre, denuestro poder compartido.
No necesito amar a ningún mortal lastimoso.
Lo creo. Plenamente.
La anciana me beso y me dejo caminar por el fuego purificador de Sampati.
Abri mis ojos despues de no sentir el fuego a mi alrededor. El lugar estaba obscuro asi como los muros y el techo. El extraño frio se apodero de mi cuerpo, pues en la isla jamas habia experimentado algo asi. Camine un poco, lentamente pose mi mano sobre le muro dejandome llevar por la textura que tenia y ademas era nueva para mi.¿Tilo?
El disgusto resonó en su voz y las otras novicias alzaron la vista,
temerosas.
-Sí- contesté. Y aunque también estaba asustada, procuré que mi voz
no me traicionase -Tilo, de Tilottama.
Ay, qué ingenua era yo al creer que podría ocultar mis sentimientos a la Anciana; a ella, que me había enseñado a escrutar el corazón de los demás.
-Desde que llegaste no has creado más que problemas, transgresora.
Debería haberte echado en cuanto te vi.
Todavía hoy me asombra que aquel día la Primera Madre no se enfadara aún más. ¿Vería reflejada en mi obstinación su propia juventud?
La brisa hacía susurrar las raíces que cuelgan como pelambrera de los banianos. ¿O sería ella que suspiraba?
-¿Sabes qué significa ese nombre?
Es la pregunta que esperaba. Sé bien la respuesta.
Sí, Primera Madre. El til es la semilla del sésamo, bajo el dominio del planeta Venus, tostada hasta que adquiere un tono dorado, como si acabara de rozarla la llama. Su flor es tan pequeña, perfecta y puntiaguda que las madres rezan para que la nariz de sus hijas sea igual. Se muele y, mezclada con sándalo, se hace con ella una pasta que sirve para curar las enfermedades del corazón y el hígado. Frita en su propio aceite restaura el ánimo cuando uno ha perdido las
ganas de vivir. Seré Tilottama, esencia de til, dadora de vida, restauradora de la salud y la esperanza.
Su risa suena como hojas secas que crujen bajo los pies.
-Seguridad no te falta, desde luego. Has tomado el nombre de la apsara más bella de la corte de Indra, dios de la lluvia. Tilottama, la bailarina más elegante, joya suprema entre las mujeres. ¿O es que no lo sabías?
Bajé la cabeza. Por un instante vuelvo a ser la jovencita ignorante del día en que llegué a la isla, empapada, desnuda, tambaleante sobre la arena resbaladiza.
Ella tiene el poder de avergonzarme siempre de este modo. La odiaría por esto si no la amara tanto, ella que fue verdaderamente mi primera madre cuando yo había renunciado ya a toda esperanza de protección materna.
Las yemas de sus dedos ligeras como brisa en mi pelo.
-Ay, niña, lo deseas con todo tu corazón, ¿verdad? Pero recuerda: cuando Brahma nombró a Tilottama bailarina suprema de la corte de Indra, le advirtió que nunca entregara su amor a un hombre, sólo a la danza.
-
Sí, Madre. —Río satisfecha, contenta de haber ganado la batalla, apretando los labios en las palmas de la Anciana, delgadas como papel—. ¿No conozco las normas? ¿No he hecho los votos?
Y entonces me escribe el nombre en la frente. Mi nombre de maestra, al fin y para siempre, después de que aquella que soy haya sufrido tantos cambios. Mi verdadero nombre, que nunca he de decir a nadie más que a las hermanas. Su dedo es frío y suave como óleo al moverse. El aire se carga de la fragancia pura e intensa de las semillas de til.
-Recuerda también esto: Tilottama, desobediente al final, pecó. Y fue expulsada a la tierra y condenada a vivir como mortal durante siete vidas. Siete vidas de enfermedad y vejez, en que la gente se apartaría con repugnancia de sus miembros retorcidos y leprosos.
-Pero yo no pecaré, Madre.
Ni el más leve temblor en mi voz. Mi corazón está lleno de pasión por las especias y mis oídos de la música de nuestra danza conjunta. Mi sangre, denuestro poder compartido.
No necesito amar a ningún mortal lastimoso.
Lo creo. Plenamente.
La anciana me beso y me dejo caminar por el fuego purificador de Sampati.
Pilares del mismo material que toque se alzaban sosteniendo el techo. Mire con asombro el lugar y a los lejos una luz observe, me acerque y alli estaba una persona, parecia estar esperandome.
"Hola" me saludo acercándose un poco mas
"... quien es?" pregunte y guarde mi distancia y permaneciendo seria
"General Klaud Nine, el placer es mio..." se quedo pensativa, no sabia mi nombre al parecer
"Tilottama por favor" le dije al recordarla de su visita a la isla.
"Tilo..." sonrío "Interesante nombre"
Inocencia Tipo: Equipo
Nombre de la Inocencia: Spice's Gift.
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